Un Product Owner se encarga de agregar valor en cada solución realizada por un equipo de desarrollo, por lo cual asume varias funciones desde diseñador de un producto hasta analista de mercado. En este artículo compartiré las funciones principales que realizamos en MAKE, pero también pueden ser útiles para cualquier Product Owner que está comenzando o que está reforzando su rol.
1.Definir la visión del producto
Los Product Owner son responsables de comunicar la visión y los objetivos a todas las partes interesadas como cliente, stakeholders, participantes y equipo de desarrollo.
Por lo cual, se debe tener una perspectiva amplia para asegurar que el equipo mantenga una visión clara, a pesar de que exista mucha flexibilidad en el desarrollo ágil del producto. Para lograrlo, puedes ayudarte con un resumen visual y un roadmap del producto.
2. Gestionar el backlog del producto
El backlog no es una lista estática de tareas pendientes, sino que es vivo y debe actualizarse continuamente según las necesidades del proyecto, cambios estratégicos y/o objetivos de la empresa. El backlog tiene que ser accesible, sobre todo para el equipo de desarrollo. Así garantizamos un buen rendimiento y resultados exitosos.
3. Debe anticiparse a las necesidades del cliente
El Product Owner debe comprender y anticiparse a las necesidades del cliente para gestionar con éxito el desarrollo del producto. Es importante conocer el mercado del producto y tener habilidades de comunicación que le permitan anticiparse a los problemas/necesidades para abordarlos, es decir, ir un paso adelante.
4. El Product Owner es el principal intermediario
Es el principal comunicador y el intermediario entre las partes interesadas y el equipo. Un rol fundamental es asegurar de que las partes interesadas acepten las decisiones que se tomaron, así como la estrategia, y corroborar que los desarrolladores tengan todo claro y hayan entendido las instrucciones.
5. Evaluar el progreso del producto en cada iteración
El Product Owner asume un papel importante al momento de revisar y evaluar el progreso del producto al término de cada historia. Las tareas se cierran en orden progresivo, siempre y cuando cumplan con las expectativas. En caso eso no suceda, se vuelve a repasar para ver en qué no quedó claro y volver a retomar la tarea.